Gato de dos giros

Gato Cuyano: dos giros, una raíz viva

Entre las danzas más queridas de nuestro folclore se encuentra el Gato Cuyano, una variante del tradicional gato, que conserva el alma de nuestras tierras con la particularidad de incluir dos giros completos por cada vuelta coreográfica. Este detalle, sencillo pero cargado de expresión, le da un carácter juguetón, alegre y ágil, que lo distingue en las peñas y escenarios de nuestra región.

Originario de la región de Cuyo, especialmente en Mendoza y San Juan, este gato ha sabido mantenerse vigente gracias al amor de bailarines, músicos y docentes que lo siguen transmitiendo de generación en generación. Su melodía picaresca y su coreografía enérgica lo convierten en una de las piezas más vivaces del repertorio cuyano.

Gira el viento, gira el gato

Hay danzas que se cuelan en la tierra como el vino en la copa, con ritmo firme y alma chispeante. El Gato Cuyano es una de ellas. Nacido entre cerros y viñas, se desliza con picardía y giros dobles que le dan ese sabor tan nuestro, tan de acá.

No es solo una danza: es una forma de decir presente, de compartir una mirada cómplice, un pañuelo al viento y un zapateo que sacude la siesta. En cada vuelta, en cada palma, se despierta la memoria de quienes bailaron antes y se enciende la chispa de los que recién empiezan.

Ambos bailarines se desplazan alrededor del centro imaginario de la escena, siguiendo un recorrido circular, en sentido contrario a las agujas del reloj, manteniendo la distancia y el cruce de miradas. Se realiza con pasos suaves y elegantes, marcando con gracia cada movimiento.
Duración: 8 compases

Cada bailarín realiza un giro individual sobre su propio eje o alrededor de una pequeña circunferencia, con una leve elevación del paso y acompañamiento de los brazos. Es un movimiento fluido y coordinado que puede incluir una leve inclinación del torso.
Duración: 4 compases

El contragiro es un giro completo que se realiza en dirección opuesta al movimiento anterior. Si venías girando hacia la derecha, el contragiro va hacia la izquierda (o viceversa)
Duración: 4 compases

El zapateo lo realiza el bailarín marcando el ritmo con los pies, alternando entre golpeteos de planta, taco y punta en patrones rítmicos.
El zarandeo lo realiza la bailarina, moviendo su falda en semicírculos suaves mientras se desplaza graciosamente, siguiendo el ritmo del zapateo, con movimiento de brazos y caderas.
Duración: 8 compases (generalmente 4 para cada uno, simultáneos)

Ambos bailarines se aproximan con pasos elegantes recorriendo medio círculo (180°) para intercambiar de lugar, manteniendo el cruce de miradas y la conexión rítmica.
Duración: 4 compases

Repetición de la secuencia anterior, con la misma estructura y roles. Puede incluir una leve variación rítmica o de desplazamiento.
Duración: 8 compases

Paso final donde ambos bailarines realizan un giro en dirección al centro del escenario, encontrándose y culminando con un gesto de coronación simbólica (el varón inclina su cabeza y la dama simula coronarlo con un leve movimiento de brazos).
Duración: 4 compases

Que nunca falte quien lo baile

Mientras haya un escenario, una plaza o un patio donde sonar una guitarra, el Gato seguirá girando.
Gracias a quienes lo enseñan, lo bailan, lo muestran o simplemente lo sienten. Porque en cada paso hay algo más que danza: hay cultura, hay encuentro, hay futuro.

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Lola Funes

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