La Calandria: El Canto de la Pampa Hecho Baile
La Calandria es un lucimiento de la pareja, un baile de a dos que no se tocan, pero que se buscan con la mirada y se encuentran en el compás. Es como el canto del ave que le da nombre, alegre y lleno de picardía, donde el hombre muestra su destreza y la paisana su donaire. Es un remolino de coqueteo y gracia, que pinta de fiesta cualquier reunión.
Nació en el corazón de la Pampa, entre paisanos y gente de a caballo, en las pulperías donde el vino y la guitarra encendían la noche, y en los patios de las estancias, bajo el cielo estrellado. Con el tiempo, se fue haciendo dueña de los salones, pero nunca perdió ese aire de campo que la distingue, ese aroma a tierra y a libertad.
Dibujando Figuras en el Polvo
Aquí, la Calandria te va llevando con sus pasos, como si el viento te soplara al compás:
Vuelta entera
La pareja se desplaza en círculo uno alrededor del otro, sin perder la orientación ni cruzarse. Ambos terminan en su posición original, pero habiendo girado alrededor del compañero.
¡A dar la vuelta, compañeros! Cada uno por su lado, como si le bailara al sol, para volver al punto de partida.
Duración: 8 compases
Contravuelta
La pareja se desplaza en círculo uno alrededor del otro, sin perder la orientación ni cruzarse. Ambos terminan en su posición original, pero habiendo girado alrededor del compañero en sentido contrario a la vuelta entera.
Ahora, a cruzar el camino, el uno frente al otro, cambiando de lugar con garbo.
Duración: 8 compases
Zapateo y zarandeo
El varón realiza el zapateo (con combinaciones de golpe, punta y taco) mostrando fuerza y ritmo.
La mujer ejecuta el zarandeo: camina en semicírculo mientras agita levemente la pollera con ambas manos. Se marca con elegancia y coquetería.
¡El hombre, a marcar la tierra con fuerza! Y la dama, con su pañuelo y su pollera, a mover el aire con gracia y picardía.
Duración: 8 compases
Media vuelta
Ambos bailarines se aproximan con pasos elegantes recorriendo medio círculo (180°) para intercambiar de lugar, manteniendo el cruce de miradas y la conexión rítmica.
Un medio giro, como el que da el jinete en el campo, para encontrarse de nuevo.
Duración: 4 compases
Coronación
¡Y al final, el encuentro! Una reverencia, un saludo que sella la danza, como si se juraran amor eterno.
La Calandria Hoy: Viva y Floreciendo
No crea, amigo, que la Calandria quedó allá lejos en el tiempo. ¡Para nada! Sigue viva y coleando en cada rincón de nuestra patria. Se enseña en las escuelas y academias, para que los gurises no olviden sus raíces. Se luce en las peñas y festivales, donde la guitarra y el bombo la hacen brillar. Es un orgullo de nuestra cultura, que viaja y se muestra por el mundo, llevando el aire de la Pampa a cada escenario.
Así que, paisano, si alguna vez siente el llamado de la tierra, la música que retumba en el pecho y las ganas de mover el esqueleto, ¡anímese a la Calandria! No hay cosa más linda que sentir el folclore en el alma y dejar que los pies hablen por uno. ¡A bailar se ha dicho!