El Giro Único: La tradición que perdura
Esta danza, considerada una de las más antiguas de Argentina, pertenece al grupo de las denominadas “danzas picarescas” o “apicaradas”, caracterizadas por su ritmo vivaz y su estilo galante.
Su origen se remonta a principios del siglo XIX, cuando comenzó a bailarse en las provincias del noroeste argentino, especialmente en Santiago del Estero, Tucumán y Salta.
A pesar de su antigüedad, sigue siendo una de las pocas danzas tradicionales que se mantienen vivas en el folclore argentino, transmitida de generación en generación en las comunidades rurales y urbanas.
El momento de empezar a bailar:
¡a dar el primer giro!
La danza se interpreta con una o dos parejas. Al igual que otras danzas tradicionales, se inicia con el pie izquierdo y la posición de brazos, con una introducción de 8 compases, invitando al bailarín a sumergirse en la esencia del folclore argentino.
Posición y plano del espectador
Cuando se interpreta esta danza, el espectador puede observar desde un plano frontal, donde las parejas se ubican de manera simétrica.
Si son dos parejas, cada una se coloca frente a frente, en una formación de “V” abierta, con los brazos en la tradicional posición de saludo.
Si son cuatro parejas, la disposición sigue el mismo principio, con dos parejas frente a frente y las demás formando un círculo alrededor, dando un dinamismo único al baile.
Vuelta Entera
Ambos bailarines se desplazan alrededor del centro imaginario de la escena, siguiendo un recorrido circular, en sentido contrario a las agujas del reloj, manteniendo la distancia y el cruce de miradas. Se realiza con pasos suaves y elegantes, marcando con gracia cada movimiento.
Duración: 8 compases
Giro
Cada bailarín realiza un giro individual sobre su propio eje o alrededor de una pequeña circunferencia, con una leve elevación del paso y acompañamiento de los brazos. Es un movimiento fluido y coordinado que puede incluir una leve inclinación del torso.
Duración: 4 compases
Zapateo y Zarandeo
El zapateo lo realiza el bailarín marcando el ritmo con los pies, alternando entre golpeteos de planta, taco y punta en patrones rítmicos.
El zarandeo lo realiza la bailarina, moviendo su falda en semicírculos suaves mientras se desplaza graciosamente, siguiendo el ritmo del zapateo, con movimiento de brazos y caderas.
Duración: 8 compases (generalmente 4 para cada uno, simultáneos)
Media Vuelta
Ambos bailarines se aproximan con pasos elegantes recorriendo medio círculo (180°) para intercambiar de lugar, manteniendo el cruce de miradas y la conexión rítmica.
Duración: 4 compases
Zapateo y Zarandeo
Repetición de la secuencia anterior, con la misma estructura y roles. Puede incluir una leve variación rítmica o de desplazamiento.
Duración: 8 compases
Áura (giro final y coronación)
Paso final donde ambos bailarines realizan un giro en dirección al centro del escenario, encontrándose y culminando con un gesto de coronación simbólica (el varón inclina su cabeza y la dama simula coronarlo con un leve movimiento de brazos).
Duración: 4 compases
El acompañamiento musical puede ser interpretado por guitarra, violín, bombo y voces acompañantes. Debido a su amplia difusión, la danza ha sido interpretada tanto en compañías profesionales como en salones aristocráticos.
Sin embargo, fue en los ambientes rurales donde alcanzó su mayor popularidad, siendo el corazón de muchas celebraciones tradicionales.